Todo aquel que se ha iniciado en el mundo del snowboard se ha hecho esta pregunta alguna vez: ¿Cómo elijo mis primeras botas de snowboard?. Puedes estar tranquilo, porque ni los más veteranos de este deporte van a saber exactamente cuál es la bota que más le conviene a la hora de sustituir sus antiguas compañeras;  sin embargo, vamos a daros los consejos que nos gustaría que nos hubieran dado a nosotros cuando compramos por primera vez.

 

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Consejos para comprar unas botas de snow


  1. “Primero las botas, luego el resto”. Mucha gente comete el error de comprarse la tabla de snow, las fijaciones, las gafas de ventisca, la ropa súper chula a juego, y dejar las botas como último gasto. Esto suele llevar a que ya te hayas fundido el presupuesto en las cosas menos importantes,  y te quedes con lo justo para comprar unas botas medianamente decentes.  Nosotros siempre insistimos en que la bota es lo primero que tienes que comprar, y para lo que tienes que reservar más presupuesto, ya que es sin duda la parte más importante del equipo. Es la primera pieza de la transmisión entre el rider y la tabla, si fallamos en la base, vamos a fallar en el resto. Con esto no queremos decir que te gastes más en unas botas que en el resto del equipo, pero si tienes que priorizar algo dentro de tu presupuesto, que sean las botas. Se te abrirá el abanico y tendrás más probabilidades de acertar con la elección.


  1. “Más no siempre es mejor”. Antes os decíamos que no escatiméis en el presupuesto de las botas. Ahora añadimos que tampoco hace falta que os vayáis a por el modelo más caro. Si estáis empezando lo más seguro es que, ni las necesitéis, ni os convengan. Las botas de gama alta, por lo general, suelen ser más duras y transmitir más. Esto puede parecer la bomba, porque cuanta más transmisión mejor ¿no?. Pues no. Cuando empezamos a hacer snowboard vamos a tener una técnica terrible, vamos a cometer muchos errores, y lo último que queremos es que toda esa transmisión se vuelva en nuestra contra. Una bota de gama más baja, con más flex y permisividad, nos va a facilitar mucho el aprendizaje. Vamos a progresar más y nos vamos a frustrar menos.


  1. “Una talla más". Teniendo en cuenta el factor de que cada pie es diferente, tanto en largo, como en forma… Esta es una regla que suele cumplirse la mayor parte de las veces. A la hora de probarte unas botas en la tienda, que no te extrañe cuando te saquen un número más de tu talla habitual de calzado. Muchas veces venimos obcecados con la talla que nos dan en el alquiler, sin tener en cuenta que esas botas han sido usadas por muchísimas personas, y que estarán dadas de sí, así que no os asustéis si en la tienda veis que no os cuadra la talla.


  1. “Que los dedos toquen, pero que no doblen”. Esto es lo primero que le decimos a alguien que se está probando una bota. La primera impresión es que al estar tocando el final de la bota con los dedos, te va a quedar pequeña, pero nada más lejos de la realidad. Cuando estamos de pie, con las rodillas totalmente extendidas, es normal que los dedos estén en contacto con la puntera de la bota, sin embargo, cuando nos ponemos en posición de snowboard, con una ligera flexión de rodilla, apoyándonos ligeramente sobre la caña de la bota, veremos como el pie se retrasa y los dedos se liberan como por arte de magia. En esta posición es en la que tenemos que estar realmente cómodos y donde tendremos el máximo soporte de la bota. Pero recuerda, que los dedos no se doblen, eso significa que nos hemos pasado bajando de talla, y nos serán incómodas a la hora de usarlas.


  1. “No busques marcas, busca tu modelo”. Aquí da igual lo fan que seas de una marca, lo mucho que te guste un color, que si la bota no te vale, no te vale. Como hemos dicho anteriormente, cada pie es diferente, y cada marca tiene su horma. Es muy difícil que una bota nos quede como un guante y encaje perfectamente con la forma de nuestro pie, pero tenemos que buscar la que más se aproxime a esta. Para ello, lo suyo es que evites coger lo primero que se te presente y pruebes varios modelos, ya que incluso dentro de la misma marca puede haber variaciones. 


  1. “Cuanto menos separes el talón, mejor”. Otra de las referencias que utilizamos para saber si una bota queda mejor que otra, es la sujeción que ofrece en la parte del talón. Para ello hacemos la prueba de cargar el peso sobre la caña e irnos al apoyo sobre los metatarsianos. Cuanto menos se nos levante el talón de la plantilla de la bota, y cuanto más pinza notemos en la zona de los maléolos, mejor.


  1. “Compra en tienda física”. Hoy en día es tan fácil comprar por internet como cagarla a la hora de elegir la bota. En una tienda física vas a poder probar de primera mano varias marcas y modelos, vas a ser asesorado por snowboarders con muchas horas de vuelo encima, y vas a tener un servicio postventa mucho más cercano y eficiente. Además vas a ayudar a que las pocas tiendas físicas de snowboard que quedan sigan funcionando.

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